¡¡¡Qué tiempos vivimos!!! Se están denunciando y compartiendo tantas afecciones en las uñas; tantas alergia síntomas que, hasta ahora, eran un misterio; ¡tantas afecciones debidas a la recuperación de la temida palabra con "C"! ¿Qué hacer? ¿Aterrorizarse o no aterrorizarse?
Esta situación parece haber provocado un "pánico" general con todo lo que no sea un placa para clavos¡! Desgraciadamente, debido a la penosa falta de buena educación en tantos casos, aparecen tantas afecciones de las uñas perfectamente "normales" con la pregunta "¿qué es esto?"
Con una buena formación y comprensión, hay muchísimas afecciones de las uñas que no suponen ningún problema y nada "siniestro". Algunas pueden requerir una pequeña modificación del servicio/tratamiento, pero es perfectamente seguro continuar con lo que el cliente necesita.
Ser un verdadero profesional de uñasEn primer lugar, hay que reconocer toda la gama de afecciones "habituales" de las uñas y no dejarse llevar por el pánico. Luego hay que reconocer (NO diagnosticar) las que constituyen un problema que puede requerir una decisión de "rechazo/remisión".
La respuesta es informarse sobre las distintas afecciones de las uñas. La información del cliente es esencial. Poner una foto en un foro de las redes sociales pidiendo consejo no suele ser útil si no se dispone de información previa.
Puede tratarse de una afección que el cliente ha padecido durante años y no ha cambiado. O puede haber una que haya aparecido recientemente y sea indicativa de un problema de salud.
Pedir ayuda en las redes sociales no es la solución, ya que nunca sabrás si las respuestas provienen de alguien que realmente las conoce.
Su propia educación es la clave. La diligencia debida también es fundamental.
No tomes el camino fácil en las redes sociales. Puede que no le asesoren correctamente.
En lugar de eso, ¡incrementa tu aprendizaje!